No sé si estaréis acostumbrados al uso de fichas técnicas de ejecución a la hora de realizar proyectos, tanto de obra nueva como de restauración. Hace un tiempo no le veíamos mucha utilidad, dejando la buena comprensión de las ejecuciones a unas correctas especificaciones técnicas incluidas en el proyecto. Sin embargo, la experiencia acumulada, nos ha demostrado que muchas veces estas especificaciones pasan desapercibidas para las constructoras, vamos, que no se profundiza en la comprensión de las mismas. Aquí es donde cobra sentido el realizar fichas técnicas que complementen al proyecto y nos ahorren numerosos problemas a la hora de controlar la ejecución de una obra. Con esto se pretenden sentar las bases mínimas que deben tomarse en cuenta para la ejecución de tareas singulares en obra, nos vamos a centrar en obras de restauración, pero las indicaciones son aplicables a obra nueva también.

¿Por qué realizar una ficha técnica en un proyecto?
Desde Itaca empezamos a incluirlas en los proyectos que desarrollábamos porque tras varios problemas en diversas obras, nos dimos cuenta que se hacía necesario un documento de fácil consulta y comprensión para cierto tipo de soluciones técnicas. Un punto importante a resaltar es que si se realizan fichas técnicas, ha de quedar muy claro la existencia de las mismas al prinicipio de la ejecución de la obra. Esto ahorrará tiempo y malinterpretaciones a la hora de realizar la tarea determinada.
Es posible que no se le vea utilidad dependiendo del tipo de obra que se ejecute, pero la experiencia nos ha demostrado que incluso en obras pequeñas nunca está de más disponer de este recurso.
¿Qué es una ficha técnica de ejecución?
Es un documento resumen que sintetiza los problemas y soluciones que se pueden encontrar a la hora de ejecutar una tarea concreta en obra. Para realizarlas es indispensable tener conocimiento completo del proyecto e identificar los puntos más críticos que pueden darse en ejecución, con estas fichas nos adelantamos a los posibles problemas que puedan surgir al acometer estas tareas. No tiene sentido realizar fichas técnicas para todo, como por ejemplo para la fabricación de hormigón en obra o para la colocación de ladrillos en un cerramiento. Que por otro lado podrían realizarse igualmente, pero yo nos queremos referir a esas tareas en obra que no son habituales o que las constructoras no están acostumbradas a hacer y necesitan instrucciones técnicas precisas.
¿Qué debe contemplar una ficha técnica de ejecución?
Esta pregunta es un poco abierta, ya que existen muchas maneras de realizar una ficha, dependiendo de las características de la obra, lo que se quiera conseguir, la experiencia del técnico que la realiza ó el tipo de constructora a la que va destinada. La estructura de ficha que mejor se ha adaptado a nuestras necesidades en la ejecución de las obras es la siguiente:
– Descripción del material a intervenir: pequeña descripción del material que se va a tratar, para dar una comprensión de las características del mismo.
– Localización del material en el edificio: se debe indicar a que nos estamos refiriendo concretamente, las zonas de la obra donde nos encontraremos el material y la solución que determinamos en la ficha.
– Principales desperfectos observados: las revisiones previas a la ejecución nos darán la idea general de cómo está el material a tratar. Es bueno indicar que desperfectos se observan, para que la solución a proponer esté acorde con la realidad de la obra.
– Propuesta de intervención: se deberá definir el proceso concreto a realizar para la ejecución de la partida correspondiente.
– Fotografías: es imprescindible identificar el material con fotografías, además de tener la referencia visual de lo que se habla, la imagen hace que la ficha no sea un documento frío y poco atractivo para consultar.


¿Cómo gestionar las fichas técnicas en obra?
Si se realizan las fichas técnicas y solamente se incluyen dentro del proyecto, nos arriesgamos a que no alcancen el destino para lo que se crean. Es decir, se pueden quedar dentro del documento olvidadas en cualquier rincón y sin ser consultadas. Por eso, además de ir incluidas en el proyecto, lo más indicado es entregarlas como documento anexo al encargado o jefe de obra. Normalmente no se realizan más de 5 ó 10 fichas por proyecto, por lo que imprimirlas y entregarlas en una carpeta para que las tengan en obra no es ningún inconveniente. A la hora de entregarlas no viene nada mal indicar en qué consisten y en qué puntos de la obra se deben aplicar, al igual que indicar a la constructora que si tienen alguna duda al acometer los trabajos, que realicen las consultas pertinentes.
Es interesante la creación de estas fichas y su inclusión en el proyecto, además de solventar problemas de ejecución, le da un cierto plus al proyecto presentado. Una de las cosas mas importantes a la hora de realizar una obra es ir dos pasos por delante de la ejecución y anteponerse a los posibles problemas que puedan presentarse.
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